Los cuervos
Mi madre solía decirme de pequeña; "No mires a los cuervos, traen mala muerte". Ella se dejaba llevar por la subjetividad de la superstición, yo pensaba que quizás visualizaba en aquel pobre pájaro el miedo a sus próximas desdichas. Tenemos la costumbre de ponerles nombres tontos a las cosas para tenerles menos miedo, mi madre los llamaba cuervos, otros los llaman gatos negros o mirar hacia un espejo roto. A mi me gusta llamarlo realidad.