Cuatro patas y un ladrido

Te veo ahí echada,
con tu pelo alborotado
como de costumbre,
con los ojos llenos de magia
y repito mil veces en mi cabeza
que soy la chica 
más afortunada del mundo.

Tienes el alma llena de pureza
y acortaría mi vida
por verte mover la cola,
de lado a lado,
cinco minutos más.

Nadie se imagina 
lo que llegas a hacer por mi
teniendo patas en vez manos
noto como intentas acariciarme  
cuando estoy triste,
incluso parece que me hablas
cuando me siento sola.

No existe nada más bello que un animal.
Sin maldad alguna en el corazón
y con todo el amor del mundo para regalar.

Vulnerables, que aun siendo castigados
con la mayor mezquindad del mundo
siguen siendo fieles a su familia.

Porque eso eres
mi familia.


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