Por un segundo

Vuelvo a entrar al baño,
me pongo de nuevo
frente al espejo

un nudo de nostalgia
revuelta con ceniza
se abre paso en mi garganta.

Mi cabeza grita
entre sollozos inaudibles:
“Para ya”
“Deja de hacerte tanto daño”,

Las lágrimas dibujan surcos
por mis mejillas,
casi pareciera arte
el dolor y la tristeza
que me inundan esta noche.

Ya es diciembre, ya pasó otro año
ya nacieron otras vidas
ya nos dejaron muchas otras.
Sin embargo, yo sigo aquí,
tan vacía y mundana
como de costumbre.

No esperéis una estrofa bonita
para terminar este poema horrendo.

Solo quería volver vuestra alma
del color de la mía  
por un segundo.

Comentarios

Entradas populares